¿A qué te dedicas? ¿De dónde eres?

Personalmente he luchado toda mi vida para responder a 2 preguntas:

-¿A qué te dedicas?

-¿De dónde vienes?

Para mí, definirme por un trabajo, una carrera, una profesión que no tenía y un lugar, era imposible y contraproducente para mi esencia, lo que yo era por dentro, entonces en vista de mis incesantes viajes desde mi infancia y mis múltiples experiencias salariales....

Nunca me he sentido parte de este planeta :-). Identificado con nada. Y menos a una profesión.

Buscando mi lugar aqui sin jamas encontralo hasta entender que el lugar mio, es no tener lugar o mas bien que todos los lugares son mios.

Incluso aquí he elegido trabajador energetico/medio/profesor, como las palabras que mejor corresponden a mi «energía», pero definirme a través de ellas no es posible, soy el conjunto de toda mi vida y lo que he sentido, mis "feelings".

A los 22 años me vi corriendo como todo el mundo para encontrar, crear mi situación para ser reconocido por la sociedad y la gente y pedir credito, para casa, coche...etc, encontrar esposa...etc. Entonces ese día me pregunté si eso me haría realmente feliz.... ¡Decidí que no! Quería descubrir, experimentar cosas por mí mismo, conocer gente y no vivir lo que se había «establecido», organizado para mí y para los seres humanos en general.

Nada más y nada menos que una forma de esclavitud que no dice su nombre y en la que el esclavo cree que es libre. Manipulación en estado puro. Este mundo nos roba la vida y se alimenta de ella.

Como si el único camino a la felicidad fuera el dinero, el matrimonio, el trabajo...

He vivido, he hecho el tonto, he experimentado, he metido la pata, mucho, mucho más que la media de la gente. Pero sobre todo he experimentado algo diferente.

Dicen que se aprende más de los fracasos que de las victorias.

He aprendido mucho, .... mucho...;-)

Primero sobre mí mismo y luego sobre los procesos humanos y la vida.

Me gusta esta frase, que dice:

- "Tener éxito en un mundo profundamente enfermo no es signo de buena salud. (esto me tranquiliza).

Cuando tenía treinta años, mi búsqueda exterior de reconocimiento y amor a través de los ojos de los demás me había agotado, realmente agotado, como si hubiera vivido diez vidas (lo cual es en cierto modo cierto).

Lo que me había mantenido en pie hasta entonces ya no funcionaba.

Entonces descubrí que ese reconocimiento, ese amor tan buscado en personas, lugares y situaciones podía ofrecerse directamente a si mismo. Que la felicidad no venía de fuera, sino de dentro, lo que me convenía, en constante movimiento, podía llevarla conmigo asi.

Y entonces se me abrió otro «piso» de la vida, tenía 33 años.

Un trabajo, un papel, puede ser una expresión del alma y estar en armonía con ella, dependiendo de lo que ofrezca.

Lo que realmente haces en la vida no puede identificarse ni resumirse en un trabajo o un papel familiar. Para mí, la respuesta es más bien esa hermosa parte de ti que ofreces al mundo cada día y a la gente que te rodea. También las lecciones de cada situaciones.

Esa es la experiencia del alma aquí abajo.

 

Christophe💫