Todo es reflejo

Tu marido/mujer, tus hijos, tus amigos, tus enemigos, tus colegas o tu perro y tu gato, no son más que el reflejo de partes ampliadas de ti.

Cuando la dualidad, la ira, los celos, etc. se expresen hacia otra persona, dígase a sí mismo que esa persona, esa situación externa, no es el problema, sino sólo el reflejo de algo que necesita armonizarse en tu interior. Adoptar esta forma de ver las cosas te ayudará a crecer muy rápidamente.

Esto nos lleva de nuevo a la idea de que, de alguna manera, todo es uno y, por tanto, está relacionado. Y empieza con cosas sencillas como las tortugas que vuelven a la playa donde nacieron, las aves migratorias, tú pensando en alguien unos segundos antes de que te llame.

 

También hay innumerables reflejos interiores, como el agua que refleja la luz o las imágenes,

Son falsos túes, creencias, certezas, (falsos) conocimientos y otras complicaciones en las que estamos permanentemente identificados internamente y proyectados como una loca bola de pinball...

¡Algo en lo que meditar!

¡Para reconocer!

¡Y para liberar!

Christophe